Los tres elementos básicos que nos llevan hacia ser un emprendedor son:
claridad, compromiso, la negociación intrapersonal. La claridad y el compromiso
van de la mano, claridad es una lucidez mental que permite comprender o percibir ideas y el compromiso
es una promesa, sin embargo el autor describe el más importante: la negociación
intrapersonal la describe como una negociación a ciegas, y precio que la mayoría
no están dispuesto a correr.
Los emprendedores abandonan por que la meta resulta estar por debajo que
lo que estaban dispuestos a pagar. He aquí
el concepto de negociación a ciegas. Que cuando ya se emprende empiezan a
surgir dificultades que no habías considerado.
Como lo indica el autor no basta con saber de tu profesión, es necesario
saber del negocio de tu profesión.
La cuestión para ser un buen emprendedor es tener claridad, como comentaba la claridad es
tener lucidez de lo que quieres lograr, compromiso es una promesa y no puede faltar la resistencia, esa
negociación intrapersonal. Que no importa el precio que hay que pagar por ello.
Porque entonces todo aquello que no se conocía, las dificultades que
empiezan a surgir y que ahora es el precio de lo que tienes que pagar no te
será tan difícil porque es tu verdadera
pasión.
El chiste de esto es NO lanzarnos a una negociación a ciegas, si no saber
de todo del negocio, anticiparnos a lo que pueda surgir, de esta manera al
momento de llegar las dificultades los precios por pagar se nos harán bajos y solo
así descubriremos nuestra sangre empresarial.
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